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Investigando
nuestra condición Humana

     

¿Qué es nuestro Cuerpo? ¿Qué relación guarda con lo que es nuestra Mente? ¿Qué son Cuerpo y Mente para el Alma? ¿Se ubica la Mente en nuestro Cerebro… o más allá de cualquier factor corporal y de cualquier entidad individual? Con nuestra ingesta alimentaria,… ¿realmente estamos nutriendo al Cuerpo,… o a las inercias de nuestra Mente?

¿Podemos decir que nuestros modos de ser, nuestras cualidades personales, son "nuestras" y que las rige nuestra voluntad?... ¿O más bien son "algo" que tomamos de lo que entre todos los humanos vamos creando y que no siempre tiene que estar disponible para expresarnos con ellas? ...

Estas y otras cuestiones acerca de qué es y cómo se constituye la trilogía Cuerpo-Mente-Alma, se irá exponiendo en esta Web, a fin de poder profundizar en la comprensión del Ser encarnado al que estamos dando vida. Compartir nuestras inquietudes al respecto es lo que lo hará posible.


Aportaciones que estuve haciendo en la Red social "Factor Diferencial"
Última actualización de esta Web: 20 mayo 2013

ÍNDICE.-  ¿Qué son los Pensamientos?  /// Nos es necesario para Tomar Consciencia  /// ¿Mente sana en Cuerpo sano? /// ¿Son "nuestros" nuestros sentimientos? /// ¿Soy el que soy… o lo creo ser? ///



¿Qué son los Pensamientos?

¿Qué son los Pensamientos? ¿Por qué resulta tan difícil apartarlos de nuestra Mente para poder aplicarnos al "Aquí y Ahora" o simplemente mantenernos en quietud mental?... Trataremos de concretar sobre todas la preguntas hasta ahora formuladas, comenzando por… los Pensamientos.

Nuestros Cuerpos son la Estructura orgánica que posibilita a nuestro Ser el cometido de "toma de Consciencia" que tiene la Vida en la dualidad espacio-temporal (limitada y finita) donde dicha consciencia se desarrolla. Los Pensamientos vienen a ser el modo en que dicha estructura de consciencia percibe el fluido vital que discurre por "su faceta mental".

En otras palabras: Al ser el cometido de la vida encarnada el desarrollo de la Consciencia, nuestra faceta mental (nuestro plano mental) "traduce" constantemente el fluido vital que por ella transita, en los modos que ha venido cultivando ancestralmente desde que iniciara tal proceso, y este modo es lo que llamamos Pensamiento.

Mas esa inercia de aplicación del fluido vital puede ser llevada a otros modos diferentes, tal como la "percepción" sensorial. Esta percepción requiere silencio de pensamientos, y esto se logra cuando el "fluido pensante" lo transformamos en "fluido perceptivo". Es decir, que cuando nos aplicamos a sentir, los pensamientos desaparecen, y ocurre de modo más radical cuanto más nos concentremos en percibir una sensación.

Pues esto es lo que tenemos que ir cultivando cuando nos proponemos "meditar" o interiorizarnos hacia percepciones de nuestro Ser. No se trata, pues, de pretender "acallar" la Mente, ya que toda nuestra estructura es mental, sino llevar a esa otra aplicación la energía que canaliza nuestro Ser encarnado. Se trata de ir aplicándonos a percibir de nuestro interior, para lo cual y como forma de iniciarnos en ello, nos aplicaremos a percibir cómo estamos respirando, pero esto lo veremos en un comentario más específico.

Se ha expresado que "toda nuestra estructura es mental", y esto es importante entenderlo, por lo que también será algo a desarrollar más adelante para profundizar en ello y comprender más sobre lo que Somos.

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Nos es necesario para Tomar Consciencia


Para no andarnos por las ramas,… o por la nubes, lo primero a conocer es que… nuestro Cuerpo no es algo ajeno, aleatorio o limitador para la finalidad esencial de esta vida, consistente en "tomar consciencia de la Realidad que Somos". Los Cuerpos son las "estructuras generadoras de la consciencia" que venimos a lograr en este plano de la encarnación.

Para el desarrollo de tal estructura ha sido preciso el ir dando forma en primer lugar a los "sistemas" vegetativos (del cuerpo físico en sí), tras lo cual surgió la posibilidad de los "sistemas" sensoriales (células y órganos de los sentidos). Y tras lo sensorial se fue generando el "sistema cerebral" que los coordinara y que dio lugar al Pensamiento en sí, con el que fue apareciendo el Discernimiento, necesario para "el juicio", pero que en una proyección y uso muy mediatizado creó el enjuiciamiento con el que catalogamos a todo aquello que no alcanzamos a verlo desde planos más amplios y elevados de significación vital. Y es por esto que tanto ha sido tergiversado el sentido y utilidad del Discernimiento, hoy día asociado a la actitud meramente "pensante" y de alcance no más allá de lo pragmático, de aquello a lo que alcanzan los 5 sentidos físicos.


¿Dónde nos hemos quedado estancados como para ir dando lugar al criterio de que el Cuerpo es un gran lastre para el Alma, y que la Razón es una gran piedra u obstáculo para alcanzar la Consciencia del Ser que Somos? Pues ha ocurrido lo mismo que con los dos bloques sociales, el de las Derechas y el de las Izquierdas, que se muestran como irreconciliables, y que dentro de cada uno de nosotros tienden a actuar de la misma manera. Llamémosles Razón y Emoción, Enjuiciamiento y Sentimiento, Masculino y Femenino,… pero que conforman lo que en última instancia evolutiva son los dos Pilares sobre los que se sustenta la Vida… la Sabiduría y el Amor. Y estos surgen como tales en el momento en que los conjugamos recíprocamente para dar lugar a… el Amor inmerso en la Sabiduría, y la Sabiduría inmersa en el Amor. Desarrollar la Vida desde uno de esos dos bloques, es seguir en la confrontación y limitación en la que nos encontramos, unos sugiriendo el uso de la Razón y otros el del Corazón, es decir, con sólo una mitad de lo que nos constituye, como muy bien lo muestran nuestros dos hemisferios cerebrales, especializados ya en percepciones e inducciones complementarias.

Los Sentimientos, la Intuición, la Clarividencia,… son elementos del Alma que tienen lugar en el campo de "lo mental", que no quiere decir que sean inherentes al "Cerebro", pues éste no es más que "la antena receptora" que los canaliza de los Campos de Consciencia que se han venido constituyendo "dentro" de la atmósfera terrestre (por circunscribirnos a nuestra condición de almas inmersas en este Orbe). -Se tratará en otro momento lo referente a que "somos antenas receptoras" y no "mentes" en sí-.

Tendemos a quedarnos estancados en las demandas del Cuerpo a raíz de las sensibilidades que fuimos desarrollando, de donde surgió el Ego desde el sentimiento de indefensión para tratar de conducirnos hacia situaciones de "perdurabilidad" física y su consiguiente "defensa" de los factores "externos" que concebía desde se sentir de criatura in-dependiente. Y es este mismo Ego el que, como ya sabemos, nos dificulta el aplicarnos a otro enfoque vital, un nuevo enfoque desde la consciencia de ser Almas, realidades más allá de la dualidad espacio-tiempo.

Solemos oír y leer que tenemos que "trascender" las demandas del Cuerpo para alcanzar la Consciencia de Ser, pero la herramienta que nos lo posibilita es precisamente el Cuerpo. Es éste la estructura que el Alma ha ido creando (dándole "lugar y tiempo") para que la Consciencia sea una realidad Materializada y no sólo una Abstracción proveniente del Vacío,… de lo Absoluto. Cuando nuestro Ser está fuera del condicionante orgánico-corporal (lo muestran las ECM -experiencias cercanas a la muerte-), puede tomar consciencia de la realidad absoluta que Somos, pero la encarnación humana pretende "materializar" esa consciencia, darle "forma" en nuestro entendimiento o conciencia ordinaria terrena (hacer el cielo en la tierra).

¿Qué necesitamos, pues, para sacarle al Cuerpo esa utilidad? Para ello es preciso enfocar nuestros desarrollos sensoriales (sentidos "del cuerpo" y sentidos "de la mente") a la "sutileza perceptiva", que comienza por aplicarnos a percibir los pequeños detalles, a apartarnos de las "intensidades" perceptivas de los sentidos (oído, tacto, paladar,..) y a agudizarlos hacia lo sutil, a… los pequeños y suaves detalles. Con ellos nos cultivamos en percibir lo que está más allá de las densidades que bajan la frecuencia de nuestra antena mental y nos llevan a canalizar pensamientos, sensaciones y emociones de contenido "denso", tales como todo aquello que nos conduce y mantiene en lo pragmático, en la apariencia externa que, sin conocer su contenido interno, malformará la idea que de ello concibamos, tal como tendemos a pensar de la Vida contemplándola desde la temporalidad y limitaciones de los cuerpos.


Lo que hacemos con la intervención del Cuerpo lo estamos construyendo en nuestras actitudes y aptitudes mentales (perceptivas de la consciencia). Con los alimentos que ingerimos, por la química (o factor de cualidad energética) predominante de cada uno de ellos, al mismo tiempo que estamos potenciando o debilitando estructuras corporales, hacemos otro tanto en cada una de las estructuras de nuestra Mente, aquellas con las que cada elemento corporal se relaciona, las cuales nos llevan a "canalizar" pensamientos, emociones y sentimientos con las que tal condición sintonizan.

Una función corporal muy trascendente es la Respiración. La estructura cerebral generadora del Discernimiento, la corteza cerebral, fue surgiendo en la evolución animada a partir de las células sensoriales olfatorias, y es por lo que se hace precisa su intervención (respiración nasal) para que el córtex pueda intervenir en nuestros actos vitales. La Mente, con sus pensamientos, emociones y sentimientos, no precisa del Córtex, pues toda la experiencia del Ser está presente en la inercia que facilitan los núcleos cerebrales, por lo que sin usar la vía nasal podemos seguir en esas funciones, pero… ¡no en las funciones de la toma de consciencia", de la posibilidad de reconsiderar algo desde otra perspectiva fuera de nuestra inercia o hábito personal. Supeditarnos a una escasa respiración o a la necesidad de que ésta sea por vía bucal, es potenciar el protagonismo de nuestras actitudes instintivas, regidas fundamentalmente por nuestros estados emocionales, con muy poca posibilidad de intervención del raciocinio sobre ellas y, por tal razón, de poder sobreponernos a ellas. La bucal potencia lo corporal -base emotiva-; lo nasal potencia lo mental -base del raciocinio-.

Y otra función corporal también importante es la ingesta de alimentos, referida a cómo la desarrollamos, sin entrar ahora en qué nutrientes utilizamos. Solemos enfocar la insalivación con la necesidad de dar tiempo a "masticar" o desmenuzar los alimentos para facilitar su digestión, pero hay un factor mucho más esencial, que es la propia insalivación en sí. Al estar insalivando estamos posibilitando que el "fluido" de toma de consciencia (que transita por el líquido cefalorraquídeo, linfático, salivar y humor acuoso ocular ) intervenga en todo aquello que "introducimos" en nuestra vida, en función de lo que pormenoricemos tal función (tiempo e intervención consciente del paladar). Cuando "engullimos" sin posibilitar la función salivar, alimentamos la inercia de llevar directamente a nuestras actitudes emocionales aquello que nos "llega" del exterior (físicamente o a través de nuestra mente).

No debemos dejar atrás la importancia de la "dinámica corporal" que desarrollemos, pues si bien la actividad sensitiva de nuestros órganos sensoriales va alimentando las diversas áreas de la corteza cerebral (sustancia "gris") en la que se ubican, las posibilidades de "inter-acción" de toda la información sensitiva se hace posible gracias a la intervención de las neuronas "blancas", y éstas se desarrollan con la dinámica corporal a la que vamos dando lugar ya desde el proceso de gestación del cuerpo en el vientre materno, si bien, luego, cobra importancia crucial en el desarrollo motriz de cuando somos bebés, aunque su desarrollo se irá matizando con la dinámica de todo el proceso posterior de vida del individuo.

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¿Mente sana en Cuerpo sano?


¿Realmente ese es el "orden de los factores"? ¿No deberíamos considerarlos a la inversa, es decir… "Cuerpo sano en Mente sana"?

Si tomamos en cuenta el que… "los modos de nuestra Mente se materializan en las formas de nuestro Cuerpo", entonces nos decantaríamos por la segunda opción. Pero… ¿es esto realmente así? Basta que nos abramos a lo que informan algunas experiencias cercanas a la muerte, en las que el individuo, con un cuerpo plenamente degradado, irrecuperable desde el punto de vista clínico, tras "regresar" con otras ideas -desde su reciente experiencia extrasensorial- de lo que Somos en cuanto a seres sumergidos en lo carnal, en lo sensorial inmerso en la dualidad espacio-tiempo, su condición de enfermos derivó a la de plenitud de vida.

Pero sabemos que no es necesario el irnos a considerar esos casos tan extremos de muerte clínica, pues muchos tenemos la experiencia de cómo cuando nuestra Mente está lúcida y abierta a la Vida, nuestro Cuerpo responde, y cómo cuando la Mente está situada en todo lo contrario, nuestra Cuerpo no es capaz de afrontar la menor incidencia del cotidiano.

El Principio "como es fuera es dentro" es un axioma que nos orienta del significado y razón de cuanto es "observable" como expresión externa. Así como un árbol termina mostrando en su forma lo que se contenía potencialmente en su semilla, así las inercias de nuestra Mente van dando forma a lo que será el Cuerpo que "las represente". La Mente es la semilla y el Cuerpo es el árbol que con aquella de posibilita.

La siguiente imagen dinámica Gif muestra cómo conforme cambia la "Mente", cambia el "Cuerpo".


Así como solemos ya decir que el mundo exterior es un reflejo de lo que vive dentro de sí aquel que lo observa del modo en que lo percibe, el Cuerpo es otro mundo externo, el más cercano, que lo configuran nuestras inercias de comportamiento, de pensamientos, emociones y sentimientos. Quienes se motivan sólo por los detalles de las cosas y situaciones, configura, una visión y estructura corporal miópica -cóncava-. Quienes se motivan por la co-relación entre las cosas y las circunstancias de éstas, configuran una visión y un cuerpo hipermétrope -panorámico-. Y así cada función y forma corporal.

Cuando cambiamos de actitud de vida, se modifican -sin darnos cuenta- nuestros hábitos alimentarios. Aquello que por su química nos inducía a ciertos comportamientos y pensamientos, ya no nos atrae, y nos motivamos por lo que nos hace tender hacia las respuestas viscerales y orgánicas que nos posibilitan ese nuevo estado de consciencia, y es por esta razón que sus Cuerpos se van transformando, adquiriendo otra condición orgánica, acorde ahora con nuestras nuevas inercias internas.

Esto anterior lo aprendí en mi práctica de medicina natural cuando en lugar de sugerir cambios específicos de la dieta, me empeñaba en hacer ver a la persona la actitud de vida que debería modificar por ser ella la causante de los trastornos orgánicos que tuviere. Si sólo cambiaba la dieta, el subconsciente se encargaba de hallar nutrientes que antes no usaba pero que contenía lo que por otro lado su conciencia procuraba no tomar. Pero si comprendía -y aceptaba- la nueva actitud de vida a tomar, no era preciso indicarle dieta específica, pues su nueva tendencia interna le posibilitaba esos cambios de inercia nutricional que antes expresé.

Por tanto, podemos decir con plena certeza que… no solamente "somos lo que comemos", sino que, además y en primer lugar, "comemos según somos", es decir, que con lo que llevamos al Cuerpo alimentamos realmente nuestros modos de ser, lo cual significa que "los modos de nuestro Cuerpo traducen los modos de nuestra Mente". Y es así como el diagnóstico fisonómico y anatómico corporal global nos viene a "hablar" (a aquellos que hemos cultivado esa manera de conocer de algo o alguien) de los procesos que discurren por la Mente de un sujeto. En otras palabras: Las Formas muestran la cualidad de la Energía que las constituyen, y aquí el término "energía" es sinónimo al de "actitud Mental".

No en vano la razón de la vida encarnada es la de permitirnos "materializar" lo que discurre por nuestro interior, la capacidad de expresión de nuestro Ser, siendo en el propio modo con el que nos mostramos en este orbe de materialización, lo corporal personal, por donde empiezan nuestras materializaciones. Desatenderlas o inculparlas a agentes extraños o externos (condicionamientos del ambiente, virus, herencia de progenitores,…) es lo mismo que cuando decimos que el mundo que percibo fuera nada tiene que ver con lo que vive dentro de mi Ser encarnado.

¿Materia que puede desentrañarse y concretar aún más de cuanto he dejado expresado? ¡Toda la que los Comentarios sean capaces de motivar! Sin ellos,… muy poco de utilidad será cuanto fue mostrado, pues es la inter-acción, el compartir lo que sentimos de las cosas, lo que nos posibilita enriquecernos (enriquecernos = posibilitar reconducciones internas).

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¿Son "nuestros" nuestros sentimientos?


¡Analicemos cómo surgen y que responda la Consciencia!

Un Alma, cuando se incorpora al Colectivo humano terrestre a través de una encarnación, viene sólo como destello o punto de Luz, sin traer en ello más que su "potencial" vital o "niveles de consciencia desarrollados en su condición humana". Con ese potencial iniciará una creciente influencia sobre las características del óvulo fecundado que irá dando forma al Cuerpo físico que lo representará, el cual se caracterizará con los valores humanos que viene a expresar y, con ellos, trabajar su propia evolución psíquica, así como la del Colectivo humano donde ingresa.

Nuestros Progenitores, nuestros padres, aportan al alma la estructura genética "básica". Sobre ésta y durante el proceso de gestación, ese potencial propio del individuo por "nacer", irá influenciándola de manera tal que el cuerpo que se geste se ajuste a las características orgánicas y psíquicas de la "personalidad" que lo viene caracterizando en lo humano. Para llevar a cabo ese "ajuste", influenciará igualmente en los hábitos de los progenitores para que se posibiliten las circunstancias nutricionales y ambientales (humanas y físicas) que hagan posible la conformación de la estructura corporal y anímica que aquel precise para "continuar" con el proceso que viene a progresar o reconducir.

No son, pues, las circunstancias externas que vive el feto las que le condicionan en el modo que luego expresará y que la Medicina y Psicología achacan a lo que "le afectó en su gestación", sino todo lo contrario, pues es el espíritu del feto (desde su alma), el que configura todo lo que precisa para re-construir su organismo y la psique con la que debe retomar su vida terrena. Recordad que… "lo interno da forma o estructura a lo externo". Es así como dos vidas sucesivas pueden ser tremendamente parecidas en sus aspectos humanos (viscerales, orgánicos y anatómicos), dependiendo de las circunstancias que ahora "aglutine" para continuar su proceso personal. Y si la personalidad no cambia mucho en sus inercias vivenciales, incluso en la distancia de siglos pueden continuar siendo muy análogas.


¿Dónde queda en todo esto la propiedad o no propiedad de nuestros sentimientos? Avancemos en el proceso de conformación de una personalidad y lo iremos viendo.

Cada Orbe, en este caso la Tierra, así como en su estructura física y orgánica va dando lugar a lo largo de los siglos al proceso evolutivo que lo caracteriza, del mismo modo va conformando la atmósfera psíquica que generan las experiencias a las que va dando lugar la Humanidad que en él se ha venido desarrollando desde el origen inicial de ésta.

Cada Alma, al ingresar en este plano terrenal, se ve supeditada a lo que en tal atmósfera psico-física global exista, y de ello canalizará hacia sí, hacia sus modos peculiares de ser, lo que le posibilitará la expresión de estos. Lo que logre "enriquecer" esos valores a los que va a dar vida manifiesta humana, es lo que aportará a la atmósfera global en el transcurso de su vida encarnada. "Enriquecer" valores significa hacerlos más sutiles, más elevados en el orden de la consciencia.

Nos viene a decir esto anterior que el Alma no "trae consigo" desde fuera de este plano, los valores que le caracterizan en "su condición de humana", sino que precisa "tomarlos" (desde la capacidad desarrollada anteriormente) de lo que "entre todos" hemos ido generando. Los modos en que esos valores o "formas" de comportamiento se sitúan en la atmósfera planetaria, están siendo denominados en la actualidad, por las mentes más acercadas a lo científico (no aún lo científico), "campos de consciencia", que junto con las demás posibilidades  físicas se les da el apelativo de "campos morfogenéticos" o "campos mórficos". Es lo que en algunas tradiciones filosóficas lo llaman "Archivos Akásicos". Y también se le denomina "Noosfera", un modo de "red" planetaria pensante, un sistema de conocimiento e información, una red global de autoconciencia instantáneamente retroalimentada. Por tanto, como define la propia Física Cuántica, todo es "función de interacción", y nada de por sí de un sujeto o individualidad.

¿Qué podemos ir sacando en conclusión hasta ahora? Pues que todo está supeditado a lo que paso a paso vayamos construyendo entre todos, que no hay saltos cualitativos, sino que todo es una progresión, y que para que algo se instaure como valor con posibilidad de ser, es preciso irlo cultivando desde el modo inicial de su condición, así como repetirlo una y otra vez (por el mismo individuo o, aún mejor, por diversos) para que se vaya consolidando en la atmósfera global. Y también concretaremos que "todo está cuantificado". ¿Cómo puede comprenderse esa cuantificación? Con lo siguiente:

Todo organismo está provisto de una "piel", de una membrana,… de un contorno que circunscribe sus contenidos a una estructura determinada y a la cual protegen, dentro de la cual se desarrolla su peculiaridad. En el caso de la Tierra, las diversas capas atmosféricas cumplen ese cometido, siendo la Ozonosfera la que con más radicalidad cumple tal función protectora de influencias externas. Y de igual modo, en el campo de la consciencia, su desarrollo planetario tiene la misma condición de peculiar, supeditado a lo que la Humanidad inmersa en ella vaya posibilitando su desarrollo. Con esto vemos que… no se trata de "pedir" desde lo Mental a otros planos más elevados, sino de consolidar, de materializar con nuestras propias implicaciones, con los cambios que logremos hacer internamente, aquello que deseamos sea una realidad en el comportamiento humano terrenal.

La siguiente imagen dinámica Gif muestra cómo el acaparamiento energético de algunos conlleva debilitamiento en otros:


Es así como cada Alma podrá ir canalizando (tomando en uso) de la atmósfera psíquica terrestre, los valores psíquicos que haya venido caracterizando su personalidad humana, a fin de irlos transformando en sí, tal como un árbol hace con los elementos de la tierra donde implanta sus raíces, y exhalando a la atmósfera el fruto de su metabolismo más interno. Y será con nuestra primera respiración, al nacer, como nos hagamos ciudadanos de este mundo con posibilidad de incidir en su atmósfera psíquica, pues la función respiratoria es la que posibilita la intervención de las estructuras cerebrales de conciencia en aquello que vivenciemos.

En todo esto vemos cómo se pone de manifiesto la trascendencia del "Compartir", pues la vida encarnada consiste en hacer evolucionar con su uso los "valores que entre todos creamos". Y si consideramos que todo está "circunscrito a lo desarrollado" y que todo tiene una estructura energética, es decir, un molde, una forma,… un contenido específico, es fácil comprender que nos tenemos que abastecer no solamente de las "cualidades" ya existentes, sino también considerar las "cantidades" de lo creado. Y con esto nos acercamos a la respuesta de la pregunta que iniciara este Tema.

Tenemos que considerar algo análogo a lo que ocurriría si varios individuos estuvieran situados en una atmósfera cerrada, como por ejemplo la de una habitación. En un principio no percibirían dificultad en estar todos respirando, pero a medida que vaya pasando el tiempo, ciertos nutrientes del aire que precisan sus organismos se irían agotando, pues todo está en determinada cantidad, y poco a poco se iría percibiendo la dificultad respiratoria, especialmente por parte de aquellos con más fragilidad corporal, es decir, con menos fuerza o hábito en sus funciones corporales.

Pues eso mismo ocurre en el uso o canalización de los valores de todo orden inmersos en la atmósfera del Colectivo humano donde venimos a formar parte, siendo así como en un Grupo hacen acto de presencia individuos con características bien diferentes, o más bien contrapuestas-complementarias y que vienen a posibilitar una doble finalidad evolutiva: Cada uno de ellos se concreta en una diferenciación de los demás, con lo cual las posibilidades del Grupo son de más riqueza, y al mismo tiempo cada individuo tiene la posibilidad de convivir, de percibir, de… superar lo que es el tener a otro Ser que expresa algo contrapuesto a él, que es donde sabemos está lo más difícil de abordar pero lo de mayor enriquecimiento.

En lo contrapuesto resalta más lo que deseamos ver de lo que nosotros expresamos, y al mismo tiempo nos permite conocer el significado y posibilidades de tal valor contrapuesto. Los problemas surgen a partir de la intolerancia que suele suscitarse del deseo de que todo sea como uno siente que todo debe ser, es decir, como nosotros valoramos ser. Y es que no nos damos cuenta de que nosotros "podemos ser como gustamos de ser" sólo cuando otros equilibran esas energías de vida dando expresión a lo complementario y que la conciencia ordinaria percibe como contradictorio.

Recordemos que el plano donde todo esto tiene lugar es en el de la Manifestación (materialización, densificación, linealidad,…), y  toda manifestación requiere de la Dualidad que la haga posible, y la dualidad precisa de los extremos de energía que den a ambos estabilidad en el espacio y en el tiempo.


Cuando utilizamos el concepto "Valores", debemos incluir en él a todo aquello que pueda ser posible de expresarse en lo Humano y no necesariamente lo que pensemos que es "positivo". Caben en aquel la… belleza, bondad, ira, inteligencia, torpeza, sensibilidad, rudeza, generosidad, optimismo, avaricia, vanidad, fuerza, debilidad, inseguridad, mutismo, éxito social, clarividencia, pragmatismo, imaginación, dulzura, agridez, amoroso, enjuiciador,… y todas y cada una de las cualidades orgánicas viscerales, corporales, mentales, anímicas y del sentimiento.

Nada de todo ello debe enjuiciarse como positivo o negativo, pues todo cumple la función de posibilitar la experiencia de su extremo polar, como la noche y el día, o la luz y la oscuridad.

¿Cuesta aceptar que todo está cuantificado y que aquello que me caracteriza no es "mío", sino sólo tomado prestado de la "despensa" colectiva? ¡Pues claramente Sí! ¡Sí que cuesta! No de otra manera resulta tan esencial desarrollar a nivel PRÁCTICO Y REAL la Consciencia de Unicidad de la que tanto últimamente se habla, y el sentido que tiene en todo esto el COMPARTIR-NOS, que no es el dar lo que tenemos en nuestras pertenencias materiales, sino de lo que Somos en Esencia, y en esto último están todos esos Valores que hemos ido cultivando, para que puedan ser experimentados por otros, y especialmente por aquellos que situados cerca de nosotros por vínculos emocionales (padres, hijos, hermanos, amigos,…) más los pueden necesitar, ya que son los que nos están facilitando el que seamos como tendemos a querer ser humanamente en lo que valoramos de nuestra condición.

Observad cómo con cada ingreso de un nuevo miembro familiar, las posibilidades e inercias de los demás (no necesariamente de todos pero sí especialmente de alguno de ellos), adquiere una condición bien diferente en algo. Pudiera ser también el cambio en una de las circunstancias del grupo familiar, y es que con cada ingreso, hay un nuevo aporte energético (canalización de modos de ser) y el "reparto" de valores adquiere alguna variación. Y de la misma manera sucede cuando nos vinculamos emocionalmente a alguna otra persona, donde ocurre lo que vengo a llamar "trasvase de valores" y que posibilita el potenciamiento de alguna condición de uno y del otro, con merma de la contrapuesta. Por eso, el sentir que me acompaña es el de… "No soy,… No Eres,… ¡SOMOS!".


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A continuación tienes el texto completo del vídeo:

¿Soy el que soy… o lo creo ser?

Dilucidar lo que Somos
mucho verbo ha motivado,
pues cada cual lo percibe
desde el foco con que alumbra
la experiencia de un vivir
concibiendo que su Ser
es quien rige los designios
de cuanto alcanza a expresar
como dones cultivados.


No percibe lo Global,
lo que Somos todos juntos,
lo que es la Unicidad
con ese bello ensamblaje
de Valores, de costumbres,
de inercias del pensamiento
que entre todos cultivamos
para enriquecer la Vida
que expresamos en lo humano.


No Soy aquello que expreso
ni cuanto mi Ser pensare,
ni los hechos que imagino
buscando ser unas Formas
que impregnen a los sentidos
de admiración, de belleza,
o el aportar a los cuerpos
distracciones, medicinas
o coberturas diversas.


Percibirse en el silencio
de la ausencia creativa
cuando quieres transmitir
de lo que ves en la Vida
cuando te asomas a un Mundo
desprovisto de sonrisa,
de amor y de entendimiento,
concibes el entramado
donde tu Ser se enraíza.


Todo fluye desde el Todo,
nada soy de cuanto expreso,
todo me llega prestado
para que yo lo cultive
con el sello de mi Ser
aquel matiz que en la Vida
precisare de unas formas
acordes con la consciencia
que deba ya trascender.


Soy Consciencia que transita
por mundos de Dualidades
desplegando los Valores
que constituyen mi Esencia.
En ellos voy descubriendo
lo peculiar de mi Ser,
los matices de mi Alma,
aquello que la motiva,
su razón y su añoranza.


Busca hallarse en la Verdad,
esa Verdad que trasciende
dualidades y promesas
de un mañana diferente,
de esplendor o de grandeza,
como algo que dimanara
de lo externo, lo finito,
de lo que llegando a ser,
en el siendo ya se acaba.


Sé que todo fluye en mí
cuando con otros me hallo,
cuando en sentir e inquietudes
con otros yo me entrelazo.
Mas… desprovisto de encajes
todo es disperso y confuso,
todo es esfuerzo y trabajo
cuando quieres mantenerte
en el crear y en el ánimo.


Y es así como concluyo
que nada soy en mí mismo
sin estar entrelazado,
sin respirar de ese Todo
que somos aquí en lo humano,
donde vengo a transformar
la condición peculiar
de la inercia de mi Ser
en un Compartir de hermanos.


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