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Anécdotas: Recordando sucesos mórficos



Texto que abrió la discusión en el Foro.-

Exposición de hechos concretos observados en "trasvase" de situaciones personales entre individuos, que muestran diversos modos de intervención de los Campos Mórficos. Iré paulatinamente dejando constancia de casos vividos.

["trasvase": Cómo algo muy propio de un individuo, lo "canaliza" o expresa otro individuo, dejando al primero sin tal expresión, actitud, aptitud o modo de ser. Puede mantenerse indefinidamente, por largo tiempo o sólo en breves momentos.]

["trasvase": La situación que vive un individuo, pasa a manifestarse en otro de forma instantánea, liberando al otro de aquella.]

["trasvase": Cómo los efectos de una determinada acción, se manifiestan en otro individuo diferente de quien ejecuta aquella.]

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Índice de Anécdotas comentadas:
Desde el número de la anécdota en sí, se accede a ella.

001) Ramón y Cajal / / / 002) Dislocación de un pie / / / 003) En acto meditativo nocturno / / / 004) Contemplando angustia humana / / / 005) Época de más desarrollo / / / 006) Estando en mi trabajo / / / 007) Sugerí a amiga maestra / / / 008) Interpretando Carta Astral / / / 009) Disfunción de instrumentos electrónicos / / / 010) Acceso a mi casa y a Internet / / / 011) ¿Vampirismo energético? / / / 012) Si nos extirpan un órgano del cuerpo / / /


001.- En los momentos en que el investigador Santiago Ramón y Cajal se concentraba cerebral y prolongadamente en un hallazgo muy esencial de sus trabajos, una de sus hijas fallecía a consecuencia de un fallo cerebral por meningitis.

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002.- En el instante en que logré, en Sevilla, situar debidamente una condición "genética" de mi hijo menor, otro hijo mío sufría una dislocación grave del mismo pie en accidente de voleibol que requirió intervención quirúrgica.

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003.- En el mismo instante en que, en un acto meditativo nocturno dentro de un grupo de 5 personas situado en la sierra cordobesa, experimenté identificarme con la inmensidad y plenitud de luz de la Vía Láctea que contemplaba sobre mi cabeza, mi hija, participante del mismo grupo, experimentaba una intensa agonía al verse sumergida en un profundo pozo sin luz alguna.

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004.- Mi madre es persona que se aflige con mucha facilidad cuando contempla una angustia humana de las que retransmiten por la TV. Por contra, yo suelo contemplar todos los sucesos desde una observación sin afectación alguna, sin implicarme emocionalmente en ellos. Pero fue el caso que un día, mientras retransmitían por TV sobre una inundación de grandes consecuencias dentro de un pueblo, que me mi madre manifestó: "Mira, Angel, hoy soy capaz de mirar estas cosas sin afectarme para nada, tranquila". Y la cosa fue que en esos mismos momentos de la actitud a la que se refería mi madre, estaba yo experimentando una fuerte congoja por lo que estaba observando, de lo que yo mismo me estaba extrañando pero que comprendí cuando mi madre se expresó de tal manera. Yo estaba experimentando lo que era propio de ella, y ella lo propio de mí.

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005.- En la época en que más estuve desarrollando mis trabajos de concreción sobre lo que era la profundización de investigaciones en temas específicos de Medicina (Visión, Síndrome Down, Sistema linfático, Cerebro,…), mi hija me hizo partícipe de que no soportaba seguir en la Universidad y que dejaba radicalmente sus estudios.

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006.- Entando en lo que fue mi trabajo en una oficina bancaria, ocurrió un día en que al poco de pasar por mi lado un compañero (recién entraba a la oficina), con el que yo tenía buena relación, comencé a sentirme mal, situación que me extrañó, pues no concebí su causa (soy muy observador de cuanto me ocurre). Pero a los pocos minutos (muy pocos), dicho compañero regresó a donde yo me encontraba y expresó a otro compañero: "Mira, fulanito, qué cosa más rara me ha ocurrido, venía sintiéndome mal, pero de pronto, al llegar aquí, ¡me siento tan bien! que me ha llamado la atención. Yo no expresé nada, pero comprendí que había tomado de la condición que vivía en mí, comprendiendo entonces lo que me había ocurrido, sin darle, pues, mayor importancia.

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007.- Hace algunos años sugerí a una amiga maestra de un Centro de enseñanza privada, que en la clase de apoyo que daba a niños con deficiencia cerebral, en lugar de insistirles en los conceptos que tenían que aprender para acercarlos al nivel de sus clases respectivas, se despreocupara de esa metodología y que procurara integrarse en lo que esos propios niños tenían en sus motivaciones, nada acercadas al interés por el estudio, sino por el juego y el estar a gusto con sus compañeros.

Esta amiga, profesora de inglés, era incapaz de expresarse emocionalmente, sino sólo desde el respeto, la seriedad y la responsabilidad hacia las tareas a ir desarrollando, tanto en su vida personal como en su docencia. Y le sugerí la idea que expongo antes, para dos finalidades complementarias. La primera era para que ella misma comenzara esa tarea personal de dar vida a aspectos emotivos de su persona, y la otra para que en esa despreocupación por el estar e inducir a otros hacia el estudios (energía o condición muy marcada que siempre hubo en ella), dejara "libre" a tal energía para que por medio de la interacción con esos niños, aquella fuera siendo canalizada por ellos poco a poco, desde lo que ella fuere capaz de abrirse a lo emocional o emotivo con ellos.

La resultante fue que en poco tiempo ella lograba ser más expresiva, y los niños mostraban un avance en su aplicación escolar, nada previsto para la condición que les venía siendo característico en la escuela.

Sirva este ejemplo para saber que el primer paso en los cambios de condiciones en las personas, debe ser de la mano del que tiene mucha inercia en la capacidad que se pretende que otros tomen o desarrollen en sí mismos. Digamos que el que tiene el mango de la sartén, debe ser el que primero intervenga, en este caso aflojando en lo que viene sujetando con fuerzas desde tiempo atrás, antes de que necesidades de avance grupal intervengan en él mediante algún tipo de traumatismo o circunstancia que fuerce a tal desapego, pues por encima de las inercias de grupo concreto, hay otras de campos más amplios que subordinan a los anteriores. Tened en cuenta que somos, a un mismo tiempo, Individualidad y Colectivo, en todos los órdenes y planos de expresión, hacia dentro y hacia fuera de nuestra singularidad.

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008.- Interpretando Carta Astral.-
Hace 25 años estuve conviviendo con una persona, experta en Tarot, Astrología y videncias fuera del espacio-tiempo, unidos especialmente por nuestro recíproco interés por la Astrología. En cierta ocasión le estaba yo informando de lo que "veía" en una carta astral, cuando de pronto me quedé en blanco mentalmente, siendo sólo capaz de ver en la carta el aspecto gráfico de los planetas (simples grafismos, sin connotación alguna de valores, influencias o interpretaciones psíquicas). Inmediatamente a esto, mi pareja comenzó a expresarse en los términos en los que yo me expresaba instantes antes de ese blanco mental, con la misma soltura con la que yo elaboraba el desciframiento de la carta. Comprendí bien claro cómo ella había "canalizado" la capacidad de interpretación, absorbiéndome plenamente el "canal" (llamémosle hoy campo) que yo había estado utilizando.

Si bien esto me mostró una vez más la no "propiedad" de los campos de información, no quiere decir que no se puedan compartir, pues en otras ocasiones me metía yo en su "campo" para estar ambos a un mismo tiempo analizando (a modo de conversación) una "tirada" (plano) de cartas del Tarot con la que ella analizaba la situación de otra persona.

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009.- Disfunción de instrumentos electrónicos.-
Cuando en el año 1988 terminé de editar (y los libros subidos ya en casa) el primer libro de la serie "El Huevo de la Vida", quedé muy agotado cerebralmente. En tal estado recuerdo haber ido al Corte Inglés y que cuando iba a salir por las cajas de pago, la máquina más cercana a mí dejaba de funcionar, teniendo que decir la cajera en ese momento que se pasara por otra caja. Cuando llegué a casa y quise llamar al piso por el telefonillo electrónico, éste no funcionaba en absoluto; ya arriba de la casa, tampoco emitía señal alguna cuando yo lo descolgaba. El aparato de música con el que me acompañaba para concretar mis escritos, emitía unos ruidos fuera de lo usual. Más tarde comprendería que yo, en mi estado de agotamiento mental, absorbía la energía de esos instrumentos electrónicos.

Esto me trae a la memoria personas que con su presencia (y uso) hacen que algunos electrodomésticos se averíen con facilidad, lo contrario a mí me suele pasar, que ocurre en ocasiones que con tan sólo manipular por encima algún aparato que no funcionara bien, éste normaliza su funcionamiento.

Incluso también recuerdo el caso de persona que absorbía de tal manera la energía de los gatos, que estos en pocos días terminaban siendo incapaces de defenderse incluso de las hormigas que en su estado de debilidad y postrados en la tierra (vivía en el campo por aquel entonces) lo invadían. Eran gatos recién traídos de una asociación protectora de animales, jóvenes y muy vivarachos.

Con todo esto podemos ver que los trasvases de las energías de los campos mórficos pueden discurrir entre personas, animales y objetos eléctricos. Es decir, que los "trasvases" o cambios de ubicación o expresión de los campos, discurren por entre todo lo que es una concentración de "energía", y todo está compuesto por ella, con más o menos complejidad en su estructura atómica o estructura molecular.

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010.- Acceso a mi casa y a Internet.-
Hace un par de días (domingo), al regresar de un largo paseo para meditar sobre la posible o no efectividad para mis aportaciones en una Red Social ajena a la mía, donde todo se expresa en inglés, llegué bastante desanimado por el poco interés que mostraban los Miembros de aquella (su número es mayor de 3000) y con la idea de escribir un correo al creador de la misma, de manera que quizás podría contagiar del desánimo a éste (no era mi intención pero concibo que así podría ocurrir).

Cuando quise abrir la puerta de acceso al bloque, la cerradura, si bien acogía perfectamente la llave, no giraba en absoluto. Para entrar tuve que llamar a un vecino por el telefonillo y que me abriera desde él. La cerradura, desde dentro, funcionaba bien. Poco antes de salir al paseo, usé la misma puerta para entrar (al regresar de la compra de pan) y todo estaba correcto. El vecino que me abrió constató delante de mí que su llave tampoco abría por fuera, e incluso otra vecina del bajo a la que llamé para informarle de la avería. Optamos por bloquear el pestillo de dicha puerta y poner un cartel de aviso a los vecinos para que no lo quitaran hasta que la cerradura se arreglara.

Al llegar a mi piso, encendí el ordenador para entrar en Internet y cursar aquel correo que antes mencioné, pero la conexión no se abría. En la mañana estuvo funcionando sin problemas y el rúter siempre queda encendido. Tras pretenderlo de muchas maneras, no lograba que la conexión a Internet se estableciera, por lo que llamé a mi Servidor telefónico. Entre un técnico de éste y yo nos llevamos 20 minutos procurando su solución, que fallaba una y otra vez.

Mientras tanto, me hice a la idea de que esa dificultad de acceso algo tenía que ver con lo quizás no oportuno de lo que pretendiera hacer con ese correo, así que pensé dejarlo y simplemente seguir a la espera de que las situaciones cambiaran en aquella Red social, para más tarde replantearme si permanencia o no en ella.

Cuando por fin el acceso a Internet estuvo restablecido, me acordé del caso de la cerradura que tampoco lograba yo abrir, y se me ocurrió ir a constatar si no se habría ya arreglado por sí sola tras mi cambio de determinación y apartar de mí aquel pesimismo que me embargaba. Me llevé la grata sorpresa de que la cerradura funcionaba de nuevo perfectamente, como siempre, y el vecino del bajo constató también con su llave que ya no hacia falta avisar de avería alguna. Quité el bloqueo del pestillo y como si tal cosa no hubiera ocurrido nunca. Incidencia que parece ser tan sólo yo percibí, pues nadie dio razón del problema a dicha vecina (a quienes todos informan enseguida de cualquier problema del bloque).

Mi sorpresa con este caso ha sido el constatar que también intervienen los trasvases no solamente en lo eléctrico o lo molecular (orgánico), sino en instrumentos puramente mecánicos, como es el uso de una cerradura de giro manual.

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011.- ¿Vampirismo energético?
Es fácil que achaquemos a alguien que nos ha vampirizado la energía, pero sobre esto hay gran error de interpretación. Narro el caso que experimentó una amiga a través del teléfono..

La llamó su hermana para contarle lo mal que se encontraba anímicamente, muy deprimida. Mi amiga se esforzó en animarla, mas cuando terminó la comunicación, ésta se percibió tan decaída como su hermana parecía estarlo. Le dije que llamara a su hermana (había ocurrido el día antes) y le preguntara cómo estaba hoy y cómo se sintió tras haber hablado con ella el día anterior. La hermana le dijo que se había encontrado totalmente recuperada tras colgar el teléfono, agradeciéndole el ánimo que le había dado.

La reacción de mi amiga fue entonces la de pensar que su hermana la había vampirizado. Pero esto no es así. Los estados de ánimo no pertenecen a unas personas o a otras, son estados que entre todos los seres humanos hemos ido dando forma a través de nuestras vivencias personales. Unas personas se motivan más hacia un tipo de estado y otros hacia otros estados, y cada cual lleva una vida acorde con lo que esos estados requieren (actitud para con todo lo que hacemos y hacia los modos en que nos alimentamos -de nutrientes físicos, psíquicos y ambientales-).

Cuando conectamos anímicamente (hay infinidad de modos) con alguien, lo propio de nuestras "canalizaciones" o canales puede operar en ese alguien, así como lo propio suyo en nosotros (llamemos a esto "trasvases"). Lo que nos confiere la actitud más frecuente en la que solemos estar no lo determina algún factor de "propiedad", sino del "dominio" que hemos ido adquiriendo sobre dicho factor con nuestros frecuentes hábitos (sobre el que unos campos estén con más facilidad "en" nosotros que otros). Observemos bien la diferencia entre "propiedad" y "dominio", es decir, que la cosa no es "mía", sino que tengo "poder" sobre ella.

No hay, pues, vampirismo, sino intercambio entre aquello que no suele estar en mí pero que sí podría estarlo, y que en algún momento viene a que yo lo experimente. Me ayudará a comprender a quien tal estado es más frecuente en él. Según lo que yo haga (piense, sienta o actúe) con tal estado en mí, así será lo que yo pueda modificar hacia bien o hacia peor las reacciones propias de quienes lo vivan, es decir, que podré modificar la cualidad de ese "campo mórfico" según yo actúa sobre él mientras interviene a través de mi estructura personal.

Somos en lo humano estructuras de Conciencia transformadoras -creadoras-  de todo factor viviente (todo lo es), de todo cuanto tiende a manifestarse a través de nuestro desarrollo evolutivo alcanzado.

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012.- Rosario plantea la siguiente cuestión:

Ayer me surgió una duda referente al "estar consciente" y " meditar". Parece que alguien piensa que si nos operan de algún órgano y nos lo extirpan perdemos (no sé exactamente cómo llamarlo) energía o habilidad para ambas cosa, es decir, para meditar o estar consciente. Yo creo que no tiene nada que ver, ya que una cosa es el cuerpo material y otra el estado espiritual.

¿Qué piensas al respecto? porque por esa regla de tres estaríamos más torpes para detectar situaciones como la de Jesús en su oficina, por ejemplo.


Responde Angel lo siguiente:

Precisamente hoy, mientras insertabas este Comentario, Rosario, estaba aplicado a la elaboración de una imagen que muestra de qué manera es la influencia de las Vísceras del Cuerpo en nuestra Mente. Se trata de la imagen siguiente:

que coloqué en la web "Relación "Vísceras corporales - Cerebro"", cuyo desarrollo está en dicha web.

El comentario que te hicieron como posibles efectos de una extirpación, tiene razón en cuanto a que nuestra capacidad mental puede sufrir una merma de funciones, pero no suele ser de tal ámbito que afecte a la Conciencia y al Meditar. Cada Víscera viene a ser el Centro de recepción y emisión de estímulos para funciones específicas de la Mente, y se coordinan en el Cerebro. También lo son las Glándulas y los Sistemas corporales. Suelo definir al Cuerpo como "la materialización organizada de nuestros valores mentales".

Las vísceras fundamentales no son extirpadas en su totalidad, por lo que puede haber una merma de función, pero no la exclusión de función. Lo que sí extirpan con excesivo desparpajo son algunas glándulas (apendicitis, amígdalas, tiroides,… -sobre todo las dos primeras-), debido al desconocimiento que en Medicina se tiene de sus verdaderas y trascendentes funciones fisiológicas.

El apéndice (vermiforme o cecal), situado en el punto más conflictivo del intestino recto, tiene la función linfática de proteger como elemento de tal sistema a ese tramo intestinal. Personalmente defino al apéndice como el órgano que da a los linfocitos "B" su condición de tal, ya que el origen del conocimiento de estos linfocitos fue en un órgano similar en las aves. Las amígdalas (palatinas) tienen la función de secretar hacia el aparato digestivo la sobrecarga linfática que discurre por tal sistema, viniendo a ser una válvula de escape del sistema linfático.

Sus extirpaciones generan una disminución de nuestras defensas inmunológicas. En el caso del Apéndice, en nuestra estructura emocional (el vientre). En el de las Amígdalas, podemos hacernos una idea equivalente si pensamos en el posible efecto de quitar la válvula de seguridad de una olla a presión, cuya función es evitar excesiva presión si fallara la válvula de función ordinaria. Esto que digo de lo fisiológico corporal, hay que llevarlo igualmente a lo psíquico, a nuestra Mente.

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